26 de julio de 2011
Sergio Muñoz, miembro de la Dirección Nacional del Polo Joven.
Mientras todos los medios de comunicación hablaban de la debacle del Polo Democrático Alternativo, este partido elegía al mejor candidato posible para representarlo en la contienda por la capital de la República, Aurelio Suárez Montoya. Al obtener el 83% de los votos de los delegados, Aurelio ha sido designado como el candidato del Polo a la Alcaldía de Bogotá. Sobrados méritos recaen sobre este miembro fundador del PDA, quien ha militado en la izquierda democrática desde el inicio de su vida política.
Ingeniero industrial de la Universidad de los Andes; catedrático de varias universidades; conferencista en diversos escenarios nacionales e internacionales; autor de más de una decena de libros sobre economía, política y agricultura; prolífico articulista de múltiples periódicos; fundador de organizaciones gremiales, entre ellas, Salvación Agropecuaria y Unidad Cafetera, y miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. Fue además diputado de Risaralda y candidato a la Gobernación de ése departamento, donde también hizo parte de la junta directiva de Fenalco; candidato al concejo de Bogotá en el 2007 (obteniendo una considerable votación) y gerente de la campaña presidencial de Carlos Gaviria Díaz.
Pero ante todo, Aurelio ha sido un infatigable luchador, un ser humano que no hace oídos sordos a los clamores de los parias de este excluyente régimen plutocrático. Aurelio se ha fundido con los pobres de nuestro país, con los campesinos, los obreros, los indígenas, las mujeres, los estudiantes, y con todos aquellos que día a día hacen su aporte en la construcción de un mejor mañana. Jamás ha rehuido una sola batalla. A través de su pensamiento ágil y profundo y de su verbo contundente ha batido a los más enconados enemigos del progreso y del pueblo colombiano. Su sangre hierve y se desborda ante la injusticia, tal cual les ocurre a millones de compatriotas.
Aurelio es la voz por el desmonte del neoliberalismo en Bogotá, la voz de los ciudadanos de a pie, aquellos que sufren día a día las inclemencias de una política apátrida que basa su razón de ser en satisfacer oligopolios extranjeros. La soledad no es algo que le preocupe, ya que la justeza de los planteamientos expuestos le ha valido el cariño de las gentes de bien. Dicha justeza se ve materializada en resonantes victorias tan recientes como el triunfo de la cadena láctea popular, el estancamiento del TLC con Estados Unidos y el hundimiento del proyecto de venta de ETB, por mencionar algunos, en los cuales Aurelio fue pieza clave.
Bogotá requiere un alcalde como Aurelio. Un alcalde que gobierne con los postulados de la izquierda democrática, que responda ante su partido y sus electores. Un alcalde que aplique medidas y políticas de positivo impacto social y profundo desarrollo económico. Un alcalde que tenga la entereza suficiente para no aplicar los mandatos del gobierno central que afecten a la población. Un alcalde que sea la cabeza visible de la resistencia civilizada ante lo retardatario y regresivo, labores que sin duda alguna ejercerá a cabalidad Aurelio Suárez.
El sufrimiento, la angustia, la decepción, han golpeado de continuo las puertas de nuestros hogares. No han sido el destino ni una jugarreta del azar. Es una acción sistemática de los detentadores del poder, quienes nunca lo han ejercido en beneficio nuestro. Pero en nosotros no debe anidar la zozobra o el miedo. Debe emerger la más profunda y activa indignación, debe exteriorizarse nuestro disgusto y malestar. Muchos lo están haciendo, Aurelio y el Polo Democrático Alternativo han estado y estarán junto a ellos leal e incondicionalmente. Y cuando de él se escriban las páginas de la historia, podríamos decir, como lo dijo Otto René Castillo:
“Usted,
compañero,
es de los de siempre.
De los que nunca
se rajaron,
¡carajo!
De los que nunca
incrustaron su cobardía
en la carne del pueblo.
De los que se aguantaron
Contra palo y cárcel,
Exilio y sombra.”
¡Sin duda alguna Aurelio será el próximo y el mejor alcalde de Bogotá!