Santa
Marta, 6 de abril de 2015.
Sergio
Andrés Muñoz.
Miembro del Polo Democrático Alternativo.
Twitter:
@sergioandresmn
Desde
que conocí la noticia del fallecimiento del eximio e insígne Maestro Carlos
Gaviria Díaz, un profundo dolor recorre mi ser. Al decir del poeta Miguel
Hernández: "No hay extensión más
grande que mi herida,/lloro mi desventura y sus conjuntos/y siento más tu
muerte que mi vida."
Carlos
Gaviria fue un Maestro en toda la extensión y acepción de la palabra. Fue un
coloso que, sin duda, impregnará con su ejemplo y virtudes a las futuras
generaciones. Su dignidad, su estatura ética, su porte intelectual, su sapiencia
y erudición son faro para un país gobernado y dirigido por unos decadentes que
aspiran a llevar al cadalso a nuestro pueblo noble y trabajador.
Sólo
seremos dignos de pronunciar el nombre de Carlos Gaviria Díaz si emulamos su
ejemplo, si entendemos que la soberanía es a un país lo que la dignidad a las
personas; que ser radical es ir a la raíz y ser firme en los principios; que
debemos actuar sin sectarismos y sin ambigüedades; que no puede haber
democracia mientras haya colombianos que vivan en la miseria; que la ética, la
rectitud y la justicia deben estar presentes en cada acto de nuestras vidas; y,
quienes militamos en la izquierda, reconocernos orgullosamente como tales, ya
que somos los llamados a dirigir el profundo cambio del inicuo e inocuo estado
de cosas que nos rodea.
Su
legado no morirá pues vive en nosotros, y nosotros lo multiplicaremos.
Manténdremos el rumbo de izquierda democrática del Polo y el acompañamiento a
las justas luchas sociales en su honor, como él lo hubiese querido, y por todos
los colombianos a los cuales Carlos Gaviria honró en todo acto de su vida.
"¡Qué lumbrera del pensamiento se ha apagado! ¡Qué
gran corazón ha dejado de latir!" - Nekrásov.
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