miércoles, febrero 24, 2016

#SALVEMOSALHUC


 Cartagena, 24 de febrero de 2016.

Sergio Andrés Muñoz.

Twitter: @sergioandresmn



Durante cerca de 100 años la fundación de las clarisas y su huerto funcionó como hospital universitario.[1]En 1884 se trasladó allí(al Convento de Santa Clara, actualmente Hotel Santa Clara) el Hospital de Caridad, que venía funcionando en el convento de Santa Teresa, y hasta 1923 fue atendido por las hermanas de La Presentación. A finales de ese año, ya con administración laica, tomó el nombre de Hospital de Santa Clara, sirviendo como enfermeras las hermanas de la Consolación”.[2] Posteriormente, a mediados de 1975, nace el Hospital Universitario de Cartagena, adscrito a la Universidad de Cartagena, ubicado en Zaragocilla. El Hospital Universitario de Cartagena era el único hospital de tercer nivel de Cartagena de Indias.

En el marco de la entrada en vigencia de la ley 100 de 1993, ley concebida para hacer del derecho a la vida y a la salud un negocio, la situación de los hospitales públicos comienza a empeorar, y el Hospital Universitario de Cartagena no es la excepción. En 1998 el HUC tuvo ingresos por $21,822 millones de pesos y gastos del orden de los $23,919 millones, para un déficit de $2,098 millones; en el año 2000 sus ingresos fueron $22,650 millones de pesos, sus gastos fueron $34,086 millones, y su déficit fue de $8,603 millones; por último, en el 2002, los ingresos decrecieron a $8,065 millones, mientras que los gastos ascendieron a $19,682 millones, para un déficit, en ese año, de $10,242 millones de pesos.[3] Entre 1998 a 2002 los ingresos del Hospital Universitario de Cartagena tuvieron una tasa de crecimiento negativa promedio por año de 22%, los gastos decrecieron al 5% promedio anual, y el déficit corriente creció durante este período a cerca del 50% promedio anual.[4]

En el año 2003, el Gobierno Nacional da la orden de liquidar las empresas del Estado que no fuesen viables. La Superintendencia de Salud intervino al HUC. El Hospital Universitario de Cartagena fue liquidado el 24 de julio de 2003, el primer centro hospitalario y el primer hospital público de tercer nivel en ser liquidado en el país. Tenía un déficit de cerca de $42 mil millones de pesos a la fecha.

Posteriormente fue creada la E.S.E. Hospital Universitario del Caribe. En el 2006 el Hospital Universitario del Caribe empezó operación, en esa anualidad, con un presupuesto de ingresos y gastos estimado en $16,185 millones de pesos, que finalmente fue de $19,569 millones en ingresos definitivos, $14,492 millones de ingresos reconocidos, de los cuales fueron recaudados $10,119 millones de pesos. Los egresos definitivos bordearon los $9,994 millones, los compromisos $7,189 millones, y se dio el pago de $4,276 millones. Para el 2007 se aprobó un presupuesto de ingresos y gastos de $27.575 millones.[5] En el 2014, el HUC facturó $84.311.054.233, mientras que en el primer periodo de 2015, a corte 30 de junio, facturó $44.287.869.036, una variación del 5% con respecto a la misma vigencia del año anterior. La cartera del Hospital Universitario del Caribe crecía vertiginosamente: en el 2012 fue de $ 46.647 millones de pesos; en el 2013 fue de $ 52.268 millones; en el 2014 escaló hasta los $ 72.189 millones; y en mayo de 2015 se ubicó en $71.376 millones de pesos.[6]

Tristemente la historia que sufrió el Hospital Universitario de Cartagena podría repetirse. Hoy la ESE Hospital Universitario del Caribe tiene un pasivo de aproximadamente $78 mil millones de pesos, producto, mayoritariamente, de las deudas de las parasitarias EPS. Hoy nuestro Hospital es víctima, principalmente, de la Ley 100 y del sistema de salud impuesto, el cual prioriza las ganancias por encima de la vida y la salud, sumado a presuntos malos manejos y a la tercerización (outsourcing)  de casi todos los servicios del hospital por medio de contratos leoninos. Aplicar la Ley 550 (“Ley de Quiebras”) o la intervención por parte del Gobierno Nacional no son soluciones válidas, sino, por el contrario, el agravamiento de la crisis del HUC. La verdadera solución es el pago de las deudas con el Hospital, la renegociación de los inequitativos contratos de tercerización, a través de los cuales los privados se enriquecen a costillas del hospital, y, a largo plazo, la derogatoria de la ley 100 y el fin de las EPS. Las EPS, el gobierno de Juan Manuel Santos, el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, la Gobernación de Bolívar, y los contratistas privados, someten a una asfixia presupuestal al HUC para llevarlo a la quiebra, lo cual dejaría a los estudiantes sin espacio para realizar sus prácticas académicas y a los cartageneros y bolivarenses (entre ellos, el 80% del régimen subsidiado) sin el único hospital público de tercer nivel que garantiza su vida y salud. Salvar al HUC es un deber de todos.


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miércoles, febrero 17, 2016

VENTA DE PROPILCO Y DESINTEGRACIÓN DE ECOPETROL: LA NUEVA GRAN ESTAFA DE SANTOS.

Cartagena, 17 de febrero de 2016.

Sergio Andrés Muñoz.
Observatorio Minero Energético de la Región Caribe.

Twitter: @sergioandresmn



 1.    Contexto de la situación actual.

Los precios del petróleo comenzaron a caer de forma dramática a finales de 2014. El crudo pasó de cotizarse a un promedio de US$105 dólares por barril en junio de 2014[1], a costar US$30,86 dólares el barril de WTI, y US$33,80 dólares el de Brent el 16 de febrero de 2016, que, aunque no lo parezca, representa un repunte en los precios. En medio del exceso de oferta mundial de petróleo, Colombia reporta que durante el mes de enero de 2015 produjo 982 mil barriles de petróleo al día.[2]

La situación financiera de Colombia va muy mal y tiende a empeorar. El gobierno nacional aumentó la proyección de déficit en cuenta corriente para 2016 a 6,1%. La deuda externa de Colombia, a octubre de 2015, representaba el 37,5% del PIB, según el Banco de la República. El total de la deuda externa es de US$110.423 millones de dólares. El sector público debe US$66.438 millones, y el privado, US$43.985 millones[3].

El aumento desbordado de la inflación superó al paupérrimo aumento del salario mínimo[4], siendo alimentos, transporte, y vivienda los sectores donde más aumentaron los precios[5]. Se prevé que el hueco fiscal para 2016 sea de $24,5 billones[6], y ya Mauricio Cárdenas, Ministro de Hacienda, anunció un recorte presupuestal de $6 billones de pesos.[7] Y en este escenario, la decisión del gobierno de Juan Manuel Santos es regalar los sectores estratégicos de la Nación, iniciando el año con la venta de Isagén, y anunciando la venta de Propilco, parte del Grupo Empresarial Ecopetrol.

2.    ¿Qué es Propilco?

Propilco es una empresa “dedicada a la producción y comercialización de materias primas esenciales para la industria del plástico como Polipropileno, Polietileno y Masterbatch.” [8] Es la mayor petroquímica de Colombia, el mayor proveedor de polipropileno del país, y el mayor productor de resinas de la región andina.[9] Aún así, la Junta Directiva de Ecopetrol define a Propilco como un activo no estratégico, con el objetivo de justificar su venta.

El polipropileno es un termoplástico obtenido por la polimerización del propileno, subproducto gaseoso de la refinación del petróleo, con una serie de características especiales que lo hacen fuerte, resistente, impermeable y ligero. El polietileno un plástico, el más común, que proviene de la polimerización del etileno. A su vez, el mastebatch es un sistema de coloración y aditivación de polímeros, que además del color, confiere las más avanzadas prestaciones físicas, estéticas y funcionales a distintos artículos de plástico, textiles, cables y PVC.

3.    Breve cronología de Propilco. [10]

En el año de 1989, Polipropileno del Caribe S.A., Propilco, se constituye como empresa dedicada a la producción y comercialización de polipropileno. En 1990 inicia su operación, poniendo en marcha la planta con tecnología Unipol, con una capacidad inicial de 120 mil toneladas métricas por año. En 1991 se funda Comai, empresa subsidiaria dedicada a la producción de compuestos de polipropileno, masterbatches de colores y aditivos. Para 1996 se expande la planta en 20 mil toneladas métricas por año.

En el año 2001 se inicia la operación de su segunda planta de producción de polipropileno con tecnología Novolen (planta 2), con una capacidad inicial de 180 mil toneladas métricas por año. Luego, en el 2006, se amplía la capacidad de la planta con tecnología Unipol (planta 1) en 60 mil toneladas métricas por año. En el 2007, con una inversión de US$50 millones de dólares, Propilco puso en funcionamiento un “Splitter” o  unidad de separador de propileno, con una capacidad de producción de 200 mil toneladas por año, estimando que, con una inversión adicional de US$12 millones de dólares, se aumentaría la capacidad de la torre de purificación en 330 mil toneladas para 2008.[11]

En 2008 Ecopetrol adquiere Propilco al Grupo Santodomingo, por un valor de US$690 millones de dólares. “La adquisición de Propilco es fundamental en la nueva estrategia de crecimiento de Ecopetrol que, además de contemplar la intensificación de las tareas exploratorias y de producción, busca transformar el petróleo y el gas en productos con mayor valor agregado y mejores cotizaciones como el polipropileno", señaló Ecopetrol en un comunicado. [12]

En 2009 Propilco expande la Planta 1 en 50 mil toneladas métricas por año. La capacidad de la planta alcanza 450 mil toneladas métricas por año. En 2010 se hace lo mismo con la Planta 2. Se expande en 50 mil toneladas métricas por año, alcanzando una capacidad de 500 mil toneladas métricas por año.

Propilco se convierte en Esenttia en el año 2014, definiéndose como “una empresa vital para la industria y esencial para la vida”. Integra sus productos y filiales (Comai) en tres líneas de producto que constituyen una oferta integral: Polipropileno, Polietileno y Masterbatch. [13]

Para el 2016, la Junta directiva de Ecopetrol aprobó la venta de Propilco.[14] [15]


4.    Importancia de Propilco.

Ya mencionamos que Propilco es la mayor petroquímica de Colombia, el mayor proveedor de polipropileno del país, y el mayor productor de resinas de la región andina. Los productos generados por Propilco hacen parte de la vida diaria de todos los colombianos.

Propilco presentó 376 mil toneladas en ventas en 2011[16]; 424,909 toneladas en 2013; 427,287 toneladas en 2014[17]; y 356,725 toneladas en ventas de enero a septiembre de 2015[18].  Ecopetrol reportó que, en el tercer trimestre de 2015, Propilco acumuló un patrimonio de $1,24 billones de pesos y activos por $1,8 billones de pesos. Entre enero y septiembre del año pasado, las ventas de Propilco sumaron $1,35 billones de pesos, un incremento del 11,4%, y utilidades por $95.000 millones de pesos, para un aumento anual del 102,1%[19] [20]

La deuda vigente de Propilco pasó de US$27 millones de dólares en 2014[21] a US$12 millones de dólares, a 30 de septiembre de 2015.[22]

Propilco tiene una característica adicional, es contracíclico. Esto quiere decir que la caída de los precios del petróleo no lo afecta, ya que su materia prima, el petróleo, baja de precio.

Durante el primer semestre de 2015, la fabricación de productos de plástico creció en un 4%.[23] Entre enero y mayo de 2015 las exportaciones de productos plásticos terminados presentaron un incremento de 4%, equivalente a 710 toneladas, aumentando en un 20,2% la exportación de productos plásticos a Estados Unidos, es decir 615 toneladas. [24]

El mercado de polipropilenos en Colombia aumentó en 7% en 2014, llegando a 354,116 toneladas.[25] El consumo aparente de polipropileno en Colombia creció 3% entre enero y octubre de 2015 frente al mismo periodo de 2014.

Credicorp Capital calculó y concluyó que el valor de Propilco podría estar entre $1,42 billones y $1,89 billones de pesos. [26]

5.    Propilco es Esencial.

Cuando Ecopetrol anunció la compra de Propilco en 2007, Javier Gutiérrez, en ese entonces presidente de Ecopetrol, se refirió en estos términos a la transacción: “Esta adquisición tiene un enorme valor estratégico para Ecopetrol pues se aprovecharán sinergias entre la exploración, la producción, la refinación y el resto de la cadena petroquímica”.[27] Hoy parecen haber olvidado esas palabras.

Al cambiar Propilco su  denominación a Esenttia, se define a sí mismo “vital para la industria y esencial para la vida de las personas”, definición que compartimos, motivo por el cual es esencial y vital evitar la venta de Propilco a extranjeros, y garantizar su existencia como una empresa pública, parte del Grupo Empresarial Ecopetrol. De igual forma, debemos proteger el carácter público e integral de Ecopetrol frente a la clara intención de Juan Manuel Santos, Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Echeverry de disgregar la principal empresa estatal de los colombianos, con el objetivo de hacer fácil e imperceptible su privatización. Ya lo dijo Benjamin Franklin: "La necesidad nunca hizo buenos negocios".



[23] Acoplásticos, septiembre de 2015.
[24] El Diario Esenttia, agosto de 2015.
[25] El Diario Esenttia, abril de 2015.
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viernes, febrero 05, 2016

CONTRA EL DESFALCO DE REFICAR Y POR LA DEFENSA DE ECOPETROL.

Cartagena, 3 de febrero de 2016.

Sergio Andrés Muñoz.

Twitter: @sergioandresmn

Luego de que el gobierno de Juan Manuel Santos regalara Isagén, tercera generadora eléctrica del país y activo estratégico de la Nación, a la cuestionada firma  Brookfield Asset Management, los colombianos recibimos un nuevo golpe: la confirmación por parte de la Contraloría General de la República de los multimillonarios sobrecostos en el proyecto de ampliación y modernización de la Refinería de Cartagena.

La Contraloría confirma lo que desde muchos años atrás viene denunciando el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, la Unión Sindical Obrera, USO, entre otros. Se debe resaltar que este proyecto de Reficar inició mal al entregarla, en 2006, a la Glencore, una multinacional suiza, cuya especialidad ha sido el carbón y no el petróleo cediendo, una vez más, los principales activos de Colombia a los privados.

Posteriormente, en 2009, Glencore dejó tirado el negocio, generando un gasto a Ecopetrol por valor de $541 millones de dólares, ya que ésta tuvo que recomprar la participación accionaria de Glencore, luego de tres años en que la empresa suiza disfrutó de todas las ganancias que pudo.

CB&I, una empresa sin experiencia en la construcción de refinerías ni infraestructura petrolera asume el proyecto de Reficar, generando sobrecostos del orden de los $4023 millones de dólares. El proyecto de Reficar originalmente estaba estimado en $3993 millones de dólares, y terminó costando $8016 millones de dólares, lo equivalente a más de $27 billones de pesos de hoy. Es necesario resaltar que parte de estos sobrecostos se desprenden de la modalidad de contratación denominada “costos reembolsables” que, en resumidas cuentas, daba a CB&I la libertad de contratar con quien quisiera y por los valores que quisiera, dejando a Ecopetrol la obligación de pagar las facturas. No menos grave es el desplazamiento de mano de obra nacional por la extranjera, denunciada por la USO, extranjeros a quienes se les paga hasta $15 mil dólares mensuales, en promedio.

Quien hoy funge como presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, fue Ministro de Hacienda al hacerse evidentes los sobrecostos de Reficar. Su reemplazo, Mauricio Cárdenas, fungía como Ministro de Minas. Ambos guardaron cómplice silencio ante la gravedad de este hecho (ya que desde el año 2012 había evidencias de sobrecostos por US$ 1.500 millones, y advertencias por dos informes de la Contraloría), al igual que Juan Manuel Santos, quien jamás tomó medidas para evitar que este robo se configurara sino que, por el contrario, ha sido complaciente con estas multinacionales y su desfalco. No contentos con lo anterior han anunciado la venta de Propilco S.A., que el año pasado registró ventas por $1.35 billones de pesos.

El senador Robledo ha sido enfático en señalar que “este puede ser, en términos de pérdidas para Colombia (Ecopetrol), el mayor descalabro de la historia del país”, por tanto, los colombianos debemos unirnos en el clamor de exigir castigo para los responsables de este robo, y el pago a la Nación de los sobrecostos y las pérdidas por su incumplimiento. El gobierno de Juan Manuel Santos y su gabinete debe responder por su permisividad con estas multinacionales que actúan claramente contra el bienestar de los colombianos. Por último, debemos defender a Ecopetrol, patrimonio de los colombianos, principal empresa pública de Colombia y cuarta mayor empresa petrolera de América Latina, de las garras de quienes quieren entregárselas a los privados.



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