lunes, abril 23, 2018

PLAN FUNESTO DE EDUCACIÓN.

23 DE ABRIL DE 2018.

Sergio Andrés Muñoz.

Abogado. Estudiante de Comunicación Social de la Universidad de Cartagena. Miembro de la Organización Colombiana de Estudiantes, OCE.



La Alcaldía Mayor de Cartagena ha radicado ante el Concejo Distrital el “Plan Maestro de Educación Cartagena 18 – 33”, una propuesta que se plantea como ambiciosa la cual sólo quedará como un cúmulo de buenas intenciones y un negocio para unos cuantos, profundizando la privatización.

El denominado Plan Maestro de Educación tiene tres problemas principales, pero no únicos:

1. Su procedencia: El Plan Maestro de Educación ha sido una propuesta elaborada a espaldas de la comunidad educativa y de la sociedad cartagenera. Si bien se acreditan unas reuniones con algunos actores, especialmente órganos del gobierno y empresa privada, el hecho clave es que estas reuniones no fueron espacios reales ni permanentes de discusión y elaboración de dicho Plan y, sobre todo, los actores principales de la comunidad educativa y de la sociedad cartagenera no han sido partícipes de la elaboración del documento de Plan Maestro, lo que excluye las visiones que se tengan sobre la educación y las diferentes propuestas para sacar a la educación cartagenera de la profunda crisis que sufre. El principal problema de que haya un Plan Maestro de Educación inconsulto es que éste carece de legitimidad y de la amplitud que requiere la educación en Cartagena.

2. Su financiación: En las declaraciones a los medios de comunicación el Secretario de Educación Distrital, Jaime Hernández Amín, anunciaba que el objetivo era financiar el plan con $ 8,3 billones de pesos. Sin embargo, en el proyecto de Plan Maestro presentado al Concejo de Cartagena, se establece que la inversión total del Plan Maestro será de $5,8 billones, $2,5 billones menos de lo necesario, lo que llevaría a un déficit en la aplicación y materialización de dicho Plan Maestro.

Además, de esos $5,8 billones de financiación del Plan Maestro tan sólo apropiará recursos propios y de crédito hasta por $ 2,2 billones, menos de la mitad de la financiación requerida, de los cuales $ 210 mil millones saldrán del endeudamiento de Cartagena, un distrito que no aguanta una deuda más, deudas que siempre se trasladan a los bolsillos de los cartageneros.

Los $ 3,6 billones restantes se dice que “se gestionarán a nivel nacional o internacional en los próximos 15 años”. Dicha afirmación es absolutamente irresponsable. Estamos frente a un Plan Maestro que no cuenta con fuentes ciertas de financiación; que se sustenta con base al endeudamiento; y que dependerá mayoritariamente de la inversión privada, entregando un derecho fundamental, como es la educación, para que unos cuantos hagan negocios.

3. El estado actual del Concejo Distrital: Cartagena de Indias se encuentra sumergida en una profunda crisis, iniciando por la crisis institucional y de gobernabilidad, empezando por el alcalde (e), Sergio Londoño Zurek, un alcalde encargado, impuesto por el gobierno de Juan Manuel Santos, birlando el derecho fundamental de los cartageneros a elegir sus gobernantes. A esto se debe sumar la situación del Concejo Distrital, en el que más de la mitad se encuentra bajo investigación y con medidas de aseguramiento. Una corporación de 19 miembros está reducida a ocho cabildantes.

Hoy el Concejo de Cartagena es una entidad desacreditada, que no genera confianza en la ciudadanía, que no es representativa y que no refleja los intereses y necesidades de los cartageneros. No es posible dejar una decisión tan trascendental en manos de un Concejo como el que hoy tenemos.

Nuestra solicitud es que se retire el Plan Maestro de Educación; que se instalen mesas permanentes de elaboración del Plan Maestro, con presencia de la comunidad educativa y de la sociedad para ser presentado al próximo Concejo Distrital que se posesionará en enero de 2020; y que se aseguren las partidas presupuestales con recursos públicos, especialmente del orden nacional, que no impliquen ningún tipo de endeudamiento ni privatización.



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