23 de abril de 2014
Sergio
Andrés Muñoz.
Miembro de la Organización Colombiana de Estudiantes, OCE, y del Polo
Democrático Alternativo. Ex-representante estudiantil Consejo de Facultad de
Derecho, Ciencias Políticas y Sociales UPC.
Twitter: @sergioandresmn
La crisis de la
Universidad Popular del Cesar es innegable e inherente a la crisis del sistema
universitario colombiano, la cual ha sido denunciada por años y, más
recientemente, por sus propios rectores. Un déficit en la financiación de las
universidades públicas superior a los $ 11,2 billones de pesos, sumado a sus
problemas particulares, es prueba irrefutable de que las cosas no van bien.
Y las cosas no van bien
debido a que el Estado ha abandonado a su suerte a la educación superior,
abrazando un esquema de desfinanciación estatal; consecución de recursos
propios (empezando por el aumento de matrículas); créditos educativos (subsidio
a la demanda) los cuales, según Noam Chomski, “es una trampa de la que los
jóvenes no podrán salir en mucho tiempo. Los créditos funcionan como una carga
que les obliga a alejarse de otros asuntos”[i]; entre otras; en fin, la
combinación perfecta para cumplir el sueño de los hoy quebrados The Lehman
Brothers y Merril Lynch de ver totalmente privatizada la educación para que las
ganancias sean ilimitadas. A esto se debe sumar el cercenamiento de la democracia y la disidencia
y el silenciamiento y persecución del activismo a través de diferentes métodos,
unos más elegantes que otros según se requiera.
Frente a ese modelo de
"universidad-empresa" es que ha prosperado el lugar común de que las
universidades requieren gerentes en su dirección que sean afines y promuevan la
visión de la educación como un negocio. La realidad ha mostrado el fracaso de
esta premisa, y la UPC es muestra de ello. No sólo por sus históricos niveles
de corrupción, sino por el acolitamiento de las políticas del Gobierno Nacional
que riñen con el desarrollo de nuestro país, y que hoy nos ha llevado a la
calamitosa situación que padece nuestra universidad. Lo cierto es que el
Gobierno Nacional más que gerentes busca cómplices y creyentes fervientes en el
dogma neoliberal.
En el año 2012 el
promedio nacional per cápita fue de 3.7 millones de pesos, mientras tanto la
UPC recibía 1.8 millones por cada estudiante.[ii] En el año 2013 la Nación
giró el 47.38% de los recursos del Presupuesto General de la UPC y en el 2014
se jactan los directivos de que la Nación aportó el 50% de dichos recursos.
Pero la verdad detrás de estas afirmaciones es que los recursos de la Nación
han disminuido sustancialmente en términos reales. En el 2013 el Gobierno
Nacional giró $32 mil millones aproximadamente, mientras que en el 2014 giró
cerca de $27 mil millones. Una reducción de casi $5 mil millones de pesos.
Estos hechos y estas
cifras consolidan a Juan Manuel Santos, quien aspira a reelegir su pésima
política, como un nuevo sepulturero de la UPC y de la educación pública
colombiana. Y además reafirman la vigencia de la propuesta alternativa de
educación superior de la MANE. Es nuestro deber contribuir en la construcción
de un país diferente y votar y movilizarse por una verdadera y clara
alternativa que modifique radicalmente el actual estado de cosas es uno de los
primeros pasos.
[i] http://www.elespectador.com/noticias/educacion/el-neoliberalismo-tomo-asalto-universidades-noam-chomsk-articulo-480438
[ii] http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=4320:gasto-publico-social-que-colombia-destino-a-ed-sup-en-2012-fue-de-64-billones&catid=16:noticias&Itemid=198